Un trabajo de muy largo aliento

por Pierre Serge Choumoff
Mauthausen (n° de matricula 25669),
Gusen (n° de matricula 15014, después 47836)


En los mismos días de nuestra liberación

El trabajo de nuestra “Comisión para la Historia” encuentra su origen dentro de la situación del mismo campo de Mauthausen a la liberación. Desde el 5 de mayo de 1945, al constituírse en el campo central el grupo francés de “servicio de orden”, en parte armado, nuestra preocupación inmediata fué buscar a los enfermos franceses del Sanitätslager (en adelante SL), antiguo Russenlager, amontonados en condiciónes espantosas, para empezar a registrarlos y establecer con algunos de ellos una posibilidad de relación mínima. Durante la noche del día siguiente, 6 de mayo, los americanos nos desarmaron y temiendo la propagación del tifus, pusieron en cuarentena el SL. A partir del 7 de mayo, sólo un pequeño equipo del Comité francés, designado para este trabajo e identificable por un brazalete, fue autorizado a tener contactos con nuestros compatriotas con el fin ante todo de poder darles cuidados de higiene y proceder a las limpiezas esenciales. Pero muchos se encontraban muy débiles, a veces en víspera de morir, y percibíamos en algunos de ellos la necesidad angustiosa de poderse expresar, a veces para pedirnos que transmitiéramos tanto como habían padecido y como aún seguían sufriendo, sin ilusión ninguna en cuanto a su supervivencia. ¿Qué podemos decir al tratarse de un amigo bruscamente reconocido...? Tan difíciles eran las condiciones en que se encontraba el campo, las canalizaciones rotas y el olor insoportable... Era necesario que los voluntarios se encontrasen suficientemente fuertes y abnegados para esta tarea. Personalmente, solo lo hice en alguna ocasion para permitir que los enfermos se relacionaran con la secretaría del campo. ¿Cómo no acordarme de algunos nombres de los que cumplieron por entonces tantos actos admirables, como Jo Attia, René Roby, Hubert Le Maoüt, Dr. Jean Benech...?

Al comprobar que más de la mitad de los deportados del campo central durante los primeros meses de 1945 se encontraban en realidad en el SL, conocer los kommandos a los que habian pertenecido parecía fundamental para ayudar a reconstruir el recorrido de cada deportado en el complejo de Mauthausen.

El 28 de abril de 1945 acabaron los ultimos transportes de la Cruz Roja International para repatriar pasando por Suiza a franceses, belgas, luxemburgueses, a todas las mujeres , los del campo central, donde unicamente se quedaron los enfermos del SL y Emile Valley, voluntario para esperar a los que les iban a reemplazar. Se trataba, en este caso también, de evacuados de numerosos kommandos – de los que formamos tambien parte nosotros quien veniamos de Gusen - quienes fueron encerrados en los bloques de cuarentena como si fuesen Zugänge ( recién llegados ). Por ese motivo, en cuanto fue posible protestamos ante el comandante americano quien nos atribuyó, el 7 de mayo, los bloques 12, 13 y 14. ¡Pudimos entonces elegir a nuestros jefes de bloque, particularmente Maurice Billotte y el belga Rémi Gillis, quien compuso en Gusen nuestro Canto de esperanza, con palabras de Jean Cayrol)! La secretaría francesa tuvo entonces que hacer frente a numerosas tareas administrativas para ayudarles, y sobretodo para lo que aquí nos interesa:

  • establecer la lista de los franceses presentes en cada uno de los bloques y también en el SL, con su kommando de origen, información esencial tratándose de los franceses liberados, para comunicarlo a sus familias. Esto se hizo y se publicó en el periódico Libres, desde el mismo mes de mayo.
  • intentar buscar en la secretaría del campo todos los informes acerca de los franceses fallecidos, principalmente a través las listas de los registros, al ejemplo de los deportados polacos, checos, españoles, con sus propios compatriotas. Sabemos que los archivos que poseen los Estados Unidos, fueron constituidos inmediatamente, antes que se acabara la guerra, para establecer las bases de numerosos juicios.
  • más generalmente, se trataba de reunir todos los documentos que contenían apellidos franceses con el fin de traerlos a Francia y poder protegerlos, vistas las condiciones de gran desorden en el que se encontraba el campo. Un gran esfuerzo de clasificación fue emprendido con la ayuda especialmente del español José Bailina, acostumbrado a estos documentos del Politische Abteilung, del que formó parte.

Cuando volví a Francia, a finales de mayo, formé parte con Emile Valley de una misión organizada por el Ministerio de Antiguos Combatientes, que consistía en volver inmediatamente a Mauthausen –llegamos el domigo 3 de junio, al día siguiente de morir en Linz el Père Jacques– con el fin de buscar los documentos que faltaban. Finalmente estos volvieron a Francia por otras vías. Bailina pudo seguir estableciendo, al pedírselo el ministerio, una lista de fallecidos franceses, constituyendo en 1946 la primera lista oficial. Un ejemplar fue entregado a la “Amicale”.

Una nueva exigencia histórica

Desgraciadamente, tratándose de los franceses, errores acabaron circulando hasta el final de los años 1980, errores que aparecen en los numeros indicados en la placa erigida a la entrada del campo en 1947, cuando las tropas sovieticas –a quienes les tocó esta zona de ocupación– lo dejaron. Asi fue como el número total de franceses, evaluado entonces en 13.000, fue reproducido en las publicaciones de la “Amicale” y, hasta su segunda edición en 1980, inscrito en el trabajo de base de Hans Marsalek.

Sólo desde que se recurrió a la informatica Céline Lesourd, en 1990, se llegó a una aproximación definitiva de 9.000. Por cierto, en el trabajo realizado por Celine Lesourd sólo aparecían las iniciales de los nombres de los deportados, pero fue suficiente para establecer que el resumen de un registro completo sólo se podía conseguir sumando todos los nombres y no con simples evaluaciones

A partir de esos años de 1990, en el seno de la “Amicale”, la “Comisión para la Historia” tuvo que dedicarse de forma intensa para crear, a forma de listin una lista nominativa cronológica de todos los deportados franceses y en lista separada la de los francesas que pasaron por Mauthausen. Se realizo a partir de listas de origen que poseían varios servicios nacionales de archivos -francés, americano, alemán, polaco y los del BMI (Ministerio Federal Austriaco del Interior, quien tenía la mayor parte de los archivos del campo de Mauthausen)- con quienes las relaciones de colaboración se establecieron a favor del trabajo emprendido desde 1969 para demostrar la existencia de cámaras de gas en Mauthausen, y publicar o participar a la publicación de libros muy conocidos. Estos lazos con el BMI nos permitieron poder disponer de listas de transportes de detenidos entre Mauthausen y todos los kommandos y viceversa: cerca de 9.000 líneas en 174 páginas. Este arduo trabajo fue emprendido, con los ánimos del Padre Varnoux, por los miembros de la comisión, desgraciadamente algunos de los más activos ya no están: France Boudault, Pierre Laidet, Jaro Kruzynski, Joan De Diego. No olvido el apoyo de Jean-Baptiste Mathieu y Jacques Peyrat, ni tampoco el de Pierre Saint Macary, llevado a veces de una legítima impaciencia, quien desgraciadamente no conocerá la realización de nuestro objetivo compartido.

La contribución de jóvenes historiadores activó oportunamente nuestro trabajo: Jean-Louis Roussel, y después Pierre Jautée, quien permitió empezar a sacar utilidad a los archivos de Viena de forma sistemática.

Otra ayuda decisiva nos llegó más tarde gracias a Guillaume Agullo, director del Museo de la Resistencia y de la Deportación de Toulouse: puso a disposición de nuestro proyecto un equipo de vecarios, quienes aconsejados por nuestros amigos informáticos Manuel De Lavallée y Martine Decius, nos permitieron presentar, en el congreso de nuestra “Amicale”, en Toulouse en 2004, el prototipo de una ficha individual para cada uno de nosotros: corresponde a una linea del listin de base mencionando todos los traslados. Desde hace años tenemos intercambios con los equipos de la “Fondation pour la Mémoire de la Deportation”, con el fin de completar recíprocamente nuestros resultados, especialmente en el caso de los convoyes agrupados durante su trayecto hacia Mauthausen.

Nuestros métodos comprobados ante las realidades

Sin pretender describir aquí el conjunto de las dificultades encontradas, de forma que, en su diversidad, los casos complejos y complicados pudiesen ser abordados por mediación de las lógicas del listin y las investigaciones a las que parece invitar, conviene sin embargo mencionarlo.

Si la aportación de Céline Lesourd es patente tratándose de las clasificaciones según la edad de los deportados, en cambio hemos podido comprobar la dificultad, a menudo la imposibilidad en la situación actual del examen de nuestras listas, de lograr alcanzar estudios que tomen en cuenta las fechas, la duración de las estancias de los deportados en los kommandos. Particularmente, la existencia del SL, a donde acababan los convoyes de enfermos evacuados desde Gusen en febrero y marzo de 1945, altera la repartición de la tasa de la mortandad en el complejo de Mauthausen. Debido a esto la mortandad en el campo central, incluyendo la del SL, aparece mayor a la de los kommandos conocidos por ser los más mortíferos (particularmente Gusen II).

Ante la cantidad importante de casos de múltiples números de matrícula –salidas de Mauthausen hacia otros campos y regresos a Mauthausen; la complexidad originada por dar en Gusen un número de matrícula específico a este campo durante un periodo, y dar después por tercera vez otro número de matrícula– tuvimos, sin embargo, que dar a cada nombre un solo número de matrícula, y viceversa, sin riesgo de equivocación.

En cuanto al objetivo primero que nos guiaba –establecer la lista de los franceses– se enfrento, en algunos casos, a la dificultad de interpretar los documentos alemanes tratándose de la identificación de resistentes de diversas orígenes (españoles por cierto, pero tambien italianos, checos, polacos, etc.) quienes fueron arrestados con franceses.

Nos comprometimos de no hacer una lista de casos indeterminados y aclarar, tanto como nos fuera posible, en el campo de las observaciones todas las situaciones complejas y complicadas


Pierre Serge CHOUMOFF
Vice-presidente de l’Amicale de Mauthausen
Presidente de la Comisión para la Historia